Viendo el entusiasmo que generó, propusimos
indagar sobre otras manifestaciones teatrales e incluirlas en la celebración
del “Día de los Jardines de Infantes”
que llevaríamos adelante en el mes de mayo.
Luego de investigar, eligieron para
representar:
-
Teatro
Kamishibai
-
Teatro
de sombras
-
Teatro
de objetos
-
Teatro
Negro
Para llevarlo adelante, seleccionaron
relatos de la bibliografía trabajada en Literatura infantil; recuperaron de
producciones anteriores títeres, muñecos, objetos sonoros y construyeron nuevos;
prepararon sonorizaciones grabadas, en vivo, musicalizaron: exploraaron los modos
de involucrar el cuerpo en la escena que requería cada técnica.
Para la puesta en escena, decidieron
presentarse simultáneamente cada grupo en un salón, así el público iría rotando
para verlos.
El día de la celebración, ambientaron los
salones con velas, aromas, cubrieron las ventanas para lograr los efectos de
luz deseados; dispusieron almohadones, alfombras para recibir a los
espectadores; montaron espacios que
invitaban a la escucha. Aún antes de la función ya resultaba una verdadera caricia
para los sentidos.
Reunieron al público en el salón de actos.
Cada grupo presentó el nombre de su obra y relató la técnica que iba a
utilizar. Se explicó la dinámica de la participación y los cupos en cada
función. Para distribuir al público, confeccionaron veinte objetos (tarjetas,
prendedores, sombreros) a modo de entrada.
Al terminar la primera función, los
asistentes elogiaban entusiasmados las producciones y las recomendaban a otros fervientemente.
Algunos corrían para no perder el lugar y esperaban ansiosos en la puerta,
relatando en voz alta lo que imaginaban que iban a encontrar.
Los grupos tuvieron que repetir las
funciones más veces de las planeadas porque el público se quedaba con deseo de
verlas nuevamente o alguno que no había llegado a tiempo no se las quería
perder.
Las producciones fueron asombrosas, en
cuanto a la técnica, la actuación, la construcción de la escenografía, la
comunicación con el público, la acertada elección de los relatos. El despliegue
fue tal, que hasta involucraron a miembros de sus familias quienes las
asistieron durante la puesta en escena.
Es tradición en el Instituto que los
festejos concluyan con un momento para compartir, por lo que además habían organizado una pancheada. Durante
la cena se charlaba con fascinación de lo que habíamos presenciado, elogiando
las decisiones estéticas y el montaje que lograron las estudiantes. Esto se
multiplicó y durante semanas se habló de lo que habían hecho las chicas de 3º.
Las repercusiones fueron tales que incluso trasladaron y resignifiacaron la
experiencia en otras áreas; por ejemplo, el grupo que realizó Teatro Negro que
utilizó en la construcción de la escenografía papeles fluo y luz negra,
presentaron la obra en una feria de ciencias como un modo de trabajar con los
niños pequeños, los efectos y las características de la luz.
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