domingo, 28 de septiembre de 2014

Relato abreviado- Lo que aprendí-

Lo que aprendí 

 Hace tres años un día de Septiembre entré por primera vez a un aula como docente. Había tomado una suplencia en la materia de Espacio de la Practica I en un Profesorado. Las expectativas y los nervios se apoderaron de mí. Una semana antes de comenzar me había reunido con la profesora titular de la cursada, una docente de edad avanzada y de carácter fuerte, con una visión un poco oscura de sus alumnos.
 -¡Ponete firme porque no sabes lo que son! Ellos tienen que saber que vos mandas y que no te vengan con mentiras, van a estudiar y si faltan a los centros comunitarios más de tres veces desaprueban-decía ella- Yo sé cómo son, ellos no trabajan, no leen, no prestan atención, el grupo del fondo habla el otro grupo no participa y el resto van a calentar el asiento, además vienen con excusas y un sinfín de cualidades bastante negativas. Ante semejante panorama mi preocupación y ansiedad crecía, yo no tenía experiencia y ya sentía que el barco se hundía sin haberlo abordado
 Con coraje e intentando no hacer lugar a los prejuicios subí las escaleras y abrí la puerta. Me presente y recuerdo haberle preguntado cómo iban sus visitas a los Centros, ya que era parte del proyecto de “Educación Popular” visitar y participar de las actividades de los centros comunitarios. La catarata de quejas y reclamos no se hizo esperar. Después de escucharlos e intentar resolver lo que yo podía me dirigí a ellos con la intención de calmarlos y pedirles un favor: - Yo soy nueva en todo esto y necesito que me ayuden- les dije- Los voy a acompañar, pero quiero su compromiso y esfuerzo. Trabajaremos juntos y esta experiencia será inolvidable para todos. No voy a negar que las primeras semanas fueron duras y exigían energía extra, pero con el tiempo y mates de por medio se fue formando un hermoso vínculo. En los recreos hablaba y los iba conociendo. Cada persona lleva una historia en sus espaldas y las realidades son diferentes como los estudiantes.
Los primeros jueves que tuve que visitar los centros escuchaba: -Es más fácil tener hijos que ir a trabajar- decían algunas. -¡Estos negros no tienen casa decente pero tienen DIRECTV! Finalizando el año hicimos una representación de un centro comunitario y dramatizaron una situación inventada sobre “Violencia Familiar”, pero esta situación que en un principio no existía, resulto ser más profunda y tocaba las realidades de más de uno. Fue allí cuando entendí que algunas cosas que juzgaban o criticaban no eran más que el reflejo de lo que les había tocado vivir. Y dolía. No creo en las casualidades y esta no era la excepción, quizás de forma inconsciente fueron buscando el tema. Ese día después de las dramatizaciones comprendimos que no somos tan diferentes y el porqué de algunas reacciones de algunos estudiantes. Tenían mucho potencial, eso se veía en las presentaciones, en las producciones y en las participaciones. Aprendí mucho de ellos y cuando llegamos a Diciembre me di cuenta que pocas de las cosas que me había advertido la docente titular pasaron. Antes de ser docentes, somos humanos. Con una hermosa profesión y una gran responsabilidad. Aprendí a observar más y hablar menos gracias a esta situación. A no juzgar antes de conocer, pero una vez que conocía la situación me veía en la obligación de exigir más para que ese círculo de opresión se cortara.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Las TIC y las prácticas de escritura académicas


Lo que orientó u originó esta experiencia fue la repetición de ciertos errores de ortografía y problemas de expresión textual que presentan los escritos de mis estudiantes, es decir, el traslado del modo de escribir en los espacios virtuales y celular al ámbito académico.
En la primera clase de la puesta en práctica de este proyecto áulico se hizo una revisión global acerca de los textos periodísticos de opinión: las características generales de esta tipología textual, su estructura, el tipo de trama y la función del lenguaje predominantes, los recursos o estrategias argumentativas y los diferentes tipos de textos argumentativos.
Había solo algunas netbook, así que debieron organizarse en grupos.
En relación con el tema desarrollado, les indiqué con qué material contaban en el escritorio del alumno.
No pudieron conectarse a Internet. Una de las estudiantes había llevado un modem, dispositivo que nos fue de gran utilidad. Otros se conectaron utilizando sus celulares.
 Una vez que fue solucionado el inconveniente de conexión, seguidamente se pasó a la creación de un grupo cerrado en una red social, Facebook. Los estudiantes eligieron esta red social, por ser la más frecuentada por ellos y la que manejan con mayor facilidad. Fue sorprendente el entusiasmo que manifestaron con esta última actividad. Parecía haber dicho palabras mágicas: “grupo”, “red social”, “Internet”.
Eligieron el nombre del grupo y de inmediato comenzaron a enviarme la solicitud de amistad para que yo los agregara. Les agradó tener un grupo solo para ellos.
Luego, ya en casa, en el grupo recientemente creado por ellos, “Esto también es literatura”, les subí algunos ejemplos de textos argumentativos para que los leyeran y se familiaricen con este tipo de texto. Les dejé como primera tarea leer los ejemplos propuestos y subir otros. Horas más tarde, la gran mayoría ya era parte del grupo y comenzamos a interactuar.
Pronto subieron ejemplos de textos argumentativos y algunos, además, aportaron material de lectura afín con la temática desarrollada.
Me sentí satisfecha al ver que los estudiantes habían adoptado favorablemente la propuesta. A medida que iban haciendo sus aportes solicitaban mi corrección o aprobación, por lo que tuve que estar atenta a los comentarios o posteos que realizaban en el grupo. Se pudieron leer bromas que se hacían entre ellos, por ejemplo: “Está mal lo que subiste jajajaj”
En la clase siguiente conversamos acerca de los textos que debieron leer y sobre los que ellos aportaron. Les realicé diferentes preguntas que fueron guiando el diálogo. Luego leyeron un texto periodístico de opinión que les llevé. En él reconocieron la superestructura de esta tipología textual y las estrategias argumentativas utilizadas. Les costó muchísimo identificar los recursos.
Después, debieron elegir o pensar en algún tema (o problemática) sobre el que les interesara opinar. Podían tomarlo de los textos leídos en el grupo o de los publicados por ellos.
Una vez que eligieron y definieron el tema, debatieron ideas, idearon la tesis, determinaron argumentos a favor y en contra de esta, y escribieron un posible título para sus textos.
Posteriormente, optaron por un tipo de texto argumentativo; algunos escogieron una carta de lectores y otros, un artículo de opinión.
En la clase siguiente, es decir, en la puesta en práctica de las actividades planificadas, los estudiantes tomaron lo que tenían armado previamente y comenzaron la escritura del texto argumentativo. Se organizaron de acuerdo a los grupos predeterminados (tres grupos, dos de seis integrantes y uno de cuatro). Se conectaron en red, en el aula, y les pasé el archivo con las consignas. Luego prefirieron ir a trabajar al patio, donde se les explicó lo que debían hacer y comenzaron la tarea de escribir. Recorrí los grupos, orientando su trabajo. Se los notó interesados. Deliberaron entre ellos, consultaron dudas y solicitaron ayuda para “armar” lo que deseaban escribir.
Planificaron sus textos, escribieron borradores. Cada integrante tenía la copia de lo que iban produciendo grupalmente e iba realizando su aporte.  De esta manera se vio reflejado el trabajo colaborativo. Más tarde comenzaron con las correcciones necesarias, para lo cual utilizaron un procesador de textos: Microsoft office Word.
Como no alcanzó el tiempo de la clase para que terminara de corregir los textos producidos, quedamos en que me los enviarían por Facebook. Y así lo hicieron. Leí sus escritos, les sugerí modificaciones y se los reenvié para que realizaran una nueva versión.
Todo lo trabajado hasta el momento lo fueron registrando en un documento Microsoft office Word y guardando el archivo en sus computadoras personales, en una carpeta destinada para la materia.
Una vez que el texto estuvo corregido definidamente, pudieron publicarlo en el grupo cerrado.
Luego, gracias a las herramientas del programa Microsoft Office Power Point, realizaron una presentación más atractiva de la versión final de sus textos y, con la asistencia de un proyector, la compartieron con sus pares. Se percibía cierta vergüenza o timidez en alguno de ellos y en otros, ansiedad por mostrar sus trabajos. Al finalizar cada exposición grupal, los que escuchaban aplaudían a sus compañeros.
De esa manera produjeron colaborativamente un texto argumentativo, y todo esto no hubiera sido posible sin sus asistentes personales. Todos se esmeraron en lograr producciones coherentes, adecuadas, correctas y atractivas.
Se los felicitó y alentó. Muchos se sintieron orgullosos de lo que habían logrado con el aporte de todos los integrantes del grupo.
Para que sus trabajos no quedaran solo en el aula y para que estas actividades tengan real sentido, además de todo lo realizado hasta el momento, sin la necesidad de planteárselo, ya que ellos me interrogaron acerca de lo que iba a hacer luego con sus textos, decidimos (como ya estaba planificado) idear una publicación de sus producciones y compartirlas con los demás cursos de la institución escolar. Pues habían logrado textos de opinión muy interesantes y dignos de ser socializados con la comunidad educativa.
Ninguno de los grupos manifestó estar en desacuerdo, la gran mayoría se entusiasmó rápidamente con la propuesta.
El propósito de esta iniciativa fue intentar acortar la brecha entre las TIC y las actividades escolares. Y lograr, fundamentalmente, que nuestros estudiantes se conviertan en escritores hábiles o competentes de escritos académicos. Para lo cual debieron tener en cuenta las normas ortográficas y gramaticales de la lengua, y adecuar sus escritos.


sábado, 20 de septiembre de 2014

Día de los Jardines de Infantes. Un festejo teatral

En el mes de abril de este año, la Profesora de Plástica del Área Estético-Expresiva II del Profesorado de Nivel Inicial N° 16 Anexo Granadero Baigorria, introdujo a las estudiantes de 3° año, en la estética del Teatro Kamishibai.
Viendo el entusiasmo que generó, propusimos indagar sobre otras manifestaciones teatrales e incluirlas en la celebración del “Día de los Jardines de Infantes” que llevaríamos adelante en el mes de mayo.
Luego de investigar, eligieron para representar:
-        Teatro Kamishibai
-        Teatro de sombras
-        Teatro de objetos
-        Teatro Negro
Para llevarlo adelante, seleccionaron relatos de la bibliografía trabajada en Literatura infantil; recuperaron de producciones anteriores títeres, muñecos, objetos sonoros y construyeron nuevos; prepararon sonorizaciones grabadas, en vivo, musicalizaron: exploraaron los modos de involucrar el cuerpo en la escena que requería cada técnica.
Para la puesta en escena, decidieron presentarse simultáneamente cada grupo en un salón, así el público iría rotando para verlos.
El día de la celebración, ambientaron los salones con velas, aromas, cubrieron las ventanas para lograr los efectos de luz deseados; dispusieron almohadones, alfombras para recibir a los espectadores; montaron  espacios que invitaban a la escucha. Aún antes de la función ya resultaba una verdadera caricia para los sentidos.
Reunieron al público en el salón de actos. Cada grupo presentó el nombre de su obra y relató la técnica que iba a utilizar. Se explicó la dinámica de la participación y los cupos en cada función. Para distribuir al público, confeccionaron veinte objetos (tarjetas, prendedores, sombreros) a modo de entrada.
Al terminar la primera función, los asistentes elogiaban entusiasmados las producciones y las recomendaban a otros fervientemente. Algunos corrían para no perder el lugar y esperaban ansiosos en la puerta, relatando en voz alta lo que imaginaban que iban a encontrar.
Los grupos tuvieron que repetir las funciones más veces de las planeadas porque el público se quedaba con deseo de verlas nuevamente o alguno que no había llegado a tiempo no se las quería perder.
Las producciones fueron asombrosas, en cuanto a la técnica, la actuación, la construcción de la escenografía, la comunicación con el público, la acertada elección de los relatos. El despliegue fue tal, que hasta involucraron a  miembros de sus familias quienes las asistieron durante la puesta en escena.
Es tradición en el Instituto que los festejos concluyan con un momento para compartir, por lo que  además habían organizado una pancheada. Durante la cena se charlaba con fascinación de lo que habíamos presenciado, elogiando las decisiones estéticas y el montaje que lograron las estudiantes. Esto se multiplicó y durante semanas se habló de lo que habían hecho las chicas de 3º. Las repercusiones fueron tales que incluso trasladaron y resignifiacaron la experiencia en otras áreas; por ejemplo, el grupo que realizó Teatro Negro que utilizó en la construcción de la escenografía papeles fluo y luz negra, presentaron la obra en una feria de ciencias como un modo de trabajar con los niños pequeños, los efectos y las características de la luz.